EL NUEVO EVANGELIO DE ESTE SIGLO
Siguiendo con la Cábala de los judíos - a veces escrito con caracteres como Khabbala o similares- los sefirots, vienen del hebreo, y significan literalmente "senderos". O sea, son un camino trazado en el diagrama con círculos (los cuales contienen a los sefirots) en forma de hexágono, como modo de llegar a Dios, o bien a la perfección. Éste último concepto tanto que abunda en la serie animada aludida al principio del editorial.
El diagrama trazado en tiempos inmemoriales, es un sistema de relaciones inter-simbólicas y místicas que tienen la función de revelar el misterio del inconsciente, o las capacidades escondidas de la psique humana. En síntesis, es un sistema de "teosofía práctica", ya que estos círculos son sagrados, y las líneas que los conectan entre sí representan a los diversos senderos, cuyo número es el 22 -interpretación numerológica aparte.
Cada sefirá representa -para el que emprende esta religión- una fase o estadio de una evolución espiritual superior, como una especie de filosofía de vida "...del más allá", a la manera de un Dios terrenal.
En el lenguaje de los Rabíes se denomina a los sefirá, las "diez emanaciones sagradas". Estos consisten en senderos que se encuentran relacionados como fases de la conciencia subjetiva, en el tiempo-espacio de un infinito Cosmos; sin embargo, las sefirot, son taxativamente objetivas, pre-trazadas, pareciera, por la mano de un hacedor místico y oscurantista.
Los círculos que los representan están arreglados en tres columnas verticales, en el que a la cabeza, que es la más alta todas, va formando el vértice superior del triángulo, es decir la sefirá Kéter (‘la corona’, o sea la primera sefirá).
Kéter (la corona)
El primer sendero es llamado la inteligencia admirable u oculta porque es la luz que da el poder de comprensión del primer principio, que no tiene comienzo. Y es la gloria primaria, porque ningún ser creado puede alcanzar su esencia.
Jojmá
El segundo sendero es llamado la inteligencia iluminadora. Es la corona de la creación, el esplendor de la unidad, igualándola. Es exaltada por encima de toda cabeza, y los cabalistas la llaman «la segunda gloria».
Biná (el entendimiento)
El tercer sendero es llamado la inteligencia santificante, el fundamento de la sabiduría primordial; es llamado también el creador de la fe, y sus raíces están en el amén. Es el autor de la fe, de donde emana la fe.
Jesed (la misericordia)
El cuarto sendero es llamado la inteligencia cohesiva o receptiva porque contiene todos los santos poderes, y de ella emanan todas las virtudes espirituales con las más exaltadas esencias. ellas emanan una de la otra por virtud de la emanación primordial, la corona más elevada, Kéter.
Gevurá (la severidad)
El quinto sendero es la inteligencia radical porque se asemeja a la unidad, uniéndose con biná (el entendimiento), que emana de las profundidades primordiales de jojmá (la sabiduría).
Tiferet (la belleza)
El sexto sendero es la inteligencia mediadora, porque en ella están multiplicados los influjos de las emanaciones; pues hace que esa influencia fluya a todos los reservorios de las bendiciones con las que ellas mismas están unidas.
Netsaj (la victoria)
El séptimo sendero es llamado la inteligencia oculta porque es el esplendor refulgente de las virtudes intelectuales que son percibidas por los ojos del intelecto y las contemplaciones de la fe.
Hod (la gloria)
El octavo sendero es llamado la inteligencia absoluta o perfecta, porque es el instrumento de la primordial, que no tiene raíz por la que penetrar y descansar, salvo en los lugares escondidos de gedulá, de donde emana su esencia idónea.
Yesod (el fundamento)
El noveno sendero es llamado la inteligencia pura, porque purifica las emanaciones, prueba y corrige el diseño de sus representaciones, y dispone la unidad con la que están diseñadas sin disminución o división.
Maljut (el reino)
El décimo sendero es llamado la inteligencia resplandeciente, porque está exaltada por encima de toda cabeza y se sienta sobre el trono de biná. ilumina los esplendores de todas las luces, y hace emanar una influencia desde el príncipe de las faces, el ángel de Kéter.
Dáat (el conocimiento)
Y bueno eso... no hay mucho x decir mas que lo precendentemente comentado...SEGUI DELIRANDO!